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miércoles, 5 de mayo de 2010

Mercado de San Miguel, un espacio diferente

El Mercado de San Miguel se ha remodelado conservando todas sus características originales (fue inaugurado en mayo de 1916). El un edificio declarado Bien de interés Cultural de estructura de hierro y crestería de cerámica, suelo de granito y totalmente acristalado.

La visita a este peculiar espacio es "obligada" y encontraremos además de variedad, calidad y muy buenas opciones de ocio (no solo gastronómicas).

Lo más destacable del nuevo Mercado de San Miguel es su capacidad para ser un centro multiusos, contando con bodegas, bares, cafeterías y puestos. Todo esta cuidado al mínimo detalle y con gran calidad, tapas de primera, gran bodega de vinos, etc.
El mercado está justo al lado de la Plaza Mayor y de la calle Mayor, bajando desde la Puerta del Sol hacia la calle Bailen y muy cerca del antiguo Ayuntamiento de Madrid. Lo que es muy propicio para turistas y un placer para los vecinos de la zona.

También podemos encontrar alguna tienda, como la librería gastronómica y otra de utensilios de cocina.

Realmente merece la pena visitarlo, además el horario de apertura es muy amplio, los fines de semana cierra a las 2 de la mañana.  Os dejo el enlace de su web donde podemos estar al tanto de las actividades y novedades: Mercado de San Miguel

martes, 4 de mayo de 2010

Alpargatería Hernanz

La familia Hernanz comenzó vendiendo alpargatas en cuatro colores hace más de 150 años. Ahora, se ha convertido en todo un clásico que puede llegar a vender hasta 100.000 pares al año.

Las colas que llegan hasta la Plaza Mayor han despertado el interés de la prensa local e internacional (el prestigioso diario The New York Times le dedicó un artículo).

Actualmente, además de la alpargata tradicional, que venden en 36 colores y números del 18 al 47, venden alpargatas de algodón, lona, seda, estampadas, con cuña ...

Resulta curioso, si pasas por su puerta, observar lo variopinta de su clientela.

Sabías que ... ? La numeración de las calles

Para evitar errores y facilitar la búsqueda de calles en 1835, el marqués viudo de Pontejos, corregidor de la Villa, ordenó numerar las calles y poner el nombre de éstas en sus dos extremos.

Desde entonces la numeración parte del punto más cercano a la Puerta del Sol, situando los pares en la acera de la derecha y los impares en la izquierda. En cuanto a las plazas, hasta 1860 no se dispuso la numeración correlativa.

lunes, 3 de mayo de 2010

Lavapies en Wikipedia

En su origen Lavapiés fue la judería o barrio judío de la ciudad. La actual Iglesia de San Lorenzo ocupa el solar que antaño ocupaba la sinagoga, que se comunicaba con la plaza de Lavapiés a través de la calle que hoy se llama de la Fe, llamada entonces calle de la Sinagoga. A partir de 1391 se reconstruyó la aljama y, por orden de los Reyes Católicos, fue rodeada de una muralla que cerraba sus puertas al anochecer. El motivo, según los historiadores, era proteger a sus habitantes más que aislarlos, pues la relación entre la judería y el concejo era por entonces excelente.[cita requerida] El mismo año de 1391 la judería sufrió un pogromo; las mayores matanzas de judíos fueron en las actuales calles de la Fe, Salitre, Ave María, Sombrerete y Jesús y María.


Muchas familias judías vivieron en el barrio de Lavapiés hasta los días de la expulsión, en 1492. Sólo algunos judíos madrileños notables (especialmente los médicos) estaban autorizados a vivir fuera de Lavapiés, para que pudiesen auxiliar a sus enfermos durante la noche. La expulsión decretada por los Reyes Católicos dejó a Lavapiés y a Madrid sin judíos. Muchos años después, llegarían de nuevo algunos judíos de Lisboa, Egipto, Túnez y otros lugares de África.

Cerca de la calle del Salitre, en la ladera de Buena Vista, mirando al Santuario de Atocha, aparecieron vestigios de lo que pudo ser un cementerio hebreo (ya que no se encontraron en él objetos cristianos) previo a la expulsión de 1492.

Parece que el nombre de Lavapiés podría proceder de una fuente que había en la plaza, donde se hacía el lavado ritual de los pies antes de acudir al templo. En cualquier caso, sí es cierto que en la plaza hubo una importante fuente hasta finales del siglo XIX. Lavapiés es el nombre original del barrio: la denominación El Avapiés, antigua, es en realidad una ultracorrección de Lavapiés, nombre más antiguo que el anterior.

La denominación manolo y manola que se da a los castizos madrileños procede de Lavapiés, y se dice que tiene su origen en la profusión del nombre Manuel, con el que se bautizaron muchos judíos para escapar a la expulsión en 1492. Los manolos rivalizaban con los chulapos y chulapas, procedentes éstos del barrio de Malasaña. Hoy en día se suelen emplear ambos términos indistintamente para referirse a la gente vestida con el atuendo tradicional madrileño.

Restaurante Casa Lucio

La actual Cava Baja era la perifería en el siglo XVIII y allí se ubicaban distintos mesones. El en lugar donde hoy se ubica este típico restaurante, estaba en el año 1749 el Mesón de San Pedro. Posteriormente, el dueño del local cambió el nombre pasando a denominarse "Mesón del Segoviano". El local, de estilo manchego, se hizo muy popular en el año 1965 y era un punto obligado de turistas.

A mediados de los años 70 el restaurante fue adquirido por Damián Blázquez Lucio (Serranillos. Ávila. 1933) que trabajaba como botones en el mesón, y pasó a denominarse Casa Lucio. Comenzó con una cocina castellana y fue, poco a poco, incorporando en su carta platos típicamente madrileños. Pronto se convierte en local de moda de hombres de negocio.

Actualmente, aunque se ha remodelado, mantiene "cierto aire de antaño". La cocina que le ha hecho famoso es sencilla y basada en ingredientes de calidad.

Especialidades: huevos fritos con puntillas, los huevos rotos (huevos estrellados), pisto con huevo, cocido madrileño, capón en salsa pepitoria y arroz con leche.